domingo, 15 de mayo de 2011

HIPERTENSIÓN Y TINNITUS

Aunque usted no lo sepa, pero la hipertensión puede causar complicaciones en los oídos. Podría dar lugar a un zumbido en el problema del oído llamada tinnitus pulsátil. Conocer las diferentes posibilidades de cómo las personas pueden desarrollar este tipo de condición y ver por ti mismo cómo se puede ayudar a prevenir estos problemas que afectan a usted y las personas que están cerca de usted.
¿Se encuentra usted sufre de rigidez en el cuello, mareos, dolor de cabeza, zumbido en los oídos, y visión borrosa? Estos son todos los síntomas de la hipertensión y el tinnitus. 

La hipertensión crónica se caracteriza por presión arterial alta, mientras que el término médico para zumbido en los oídos es el tinnitus. La hipertensión a menudo ha sido llamado como el "asesino silencioso" porque a menos que tengamos nuestra presión arterial periódicamente, este trastorno tiene síntomas que pueden confundirse con otras enfermedades o se puede descartar como uno de esos casos en los que uno no es simplemente sentirse bien. Estos síntomas incluyen rigidez en el cuello, mareos, dolor de cabeza, zumbido en los oídos, visión borrosa, palpitaciones, y hemorragias nasales.

El vínculo entre el acúfeno y la hipertensión tiene algo que ver con el sistema circulatorio y la forma en que afecta a la hipertensión. Los expertos tienen dos teorías sobre cómo la hipertensión hace que el tinnitus. La primera tiene que ver con el tinnitus pulsátil.

Si el zumbido en los oídos, parece coincidir con el ritmo de su pulso, esto es lo que se conoce sobre el tinnitus pulsátil. Tinnitus Pulastile es también el tipo de zumbido que de hecho puede ser percibido por otra persona que no sea el afectado por ella. Este tipo de tinnitus es usualmente el resultado del flujo sanguíneo alterado o turbulencia de la sangre que se produce en el oído. Dado que la hipertensión y la hipertensión arterial son el resultado de la obstrucción de las arterias, el flujo de sangre a los oídos puede verse afectados, en la creación de la turbulencia percibida por las personas con tinnitus pulsátil.

Otra teoría postula que la restricción del flujo sanguíneo a los oídos que evita que las células nerviosas necesarias para la audiencia de recibir el oxígeno de la sangre que necesitan para funcionar correctamente. Dado que estas células nerviosas no funcionan correctamente, que generan señales anormales en el cerebro que es lo que los expertos especulan hace que el sonido del timbre que sufren las personas con tinnitus. A diferencia de tinnitus pulsátil, este tipo no puede ser percibido por cualquier otra persona que no sea el uno con el tinnitus. 



A fin de evitar el zumbido provocado por la hipertensión, es esencial que adopte medidas para evitar la hipertensión en sí. Aquí hay algunas cosas que usted puede hacer para evitar la hipertensión:

* Reducir el peso y realizar ejercicio regularmente. La presión arterial alta y la obesidad están estrechamente vinculadas. Las personas que son obesas suelen tener presión arterial elevada. El ejercicio regular no sólo ayudará a perder de peso, pero también ayudará a mejorar el flujo de sangre alrededor del cuerpo.

* Reducir la ingesta de alimentos ricos en sal y azúcar. Este tipo de alimentos pueden hacer que la hipertensión arterial (y su tinnitus) peor. En cambio una dieta rica en frutas y verduras y productos lácteos sin grasa

* Evite el consumo de tabaco y alcohol. Estas sustancias también se han conocido por hacer que el tinnitus existente peor.


Info buscada en: Healthy living
Situado en el número 31.627 en la vida sana  

sábado, 14 de mayo de 2011

HIPERTENSION BATA BLANCA ( AMPA)

La hipertensión de la bata blanca se manifiesta cuando la presión del paciente se eleva en la consulta del médico, pero al salir del centro sanitario desciende hasta llegar a normalizarse. El diagnóstico de la HTA lo confirman los profesionales sanitarios (médicos y enfermeras), midiendo la presión arterial (PA) del paciente en la consulta. Aquellos pacientes con valores de presión arterial repetidamente elevados en la consulta (por encima de 140 y/o 
mmHg) son considerados como hipertensos.
Por otra parte, es un hecho conocido que entre un 20-25% de los pacientes sufren lo que se conoce como reacción de alerta de la consulta o fenómeno de bata blanca, caracterizado por una elevación de la presión arterial en la clínica en presencia del médico o de la enfermera. Este hecho, puede dar lugar a lo que las organizaciones científicas han definido como HTA de bata blanca o HTA clínica aislada (PA elevada en la clínica pero normal fuera del ambiente de la clínica).


 Los pacientes con hipertensión clínica aislada parece que tienen menos riesgo de enfermedades cardiovasculares que los pacientes con hipertensión mantenida (hipertensos en la clínica y también fuera de la consulta) y probablemente no precisen tratamiento, aunque, en estos pacientes, el médico siempre deberá de hacer una valoración de su riesgo cardiovascular global y tomar decisiones en función de que la hipertensión de bata blanca se acompañe o no de afectación de los órganos diana (corazón, cerebro, riñón, arterias...). Para identificar a estos pacientes es necesario medir la PA fuera del ambiente de la consulta, generalmente con aparatos electrónicos automáticos.
Las medidas fuera de la consulta las pueden hacer, el paciente o sus familiares, en el propio domicilio, realizando lo que se ha convenido en denominar la AMPA (automedida de PA) y también se pueden realizar con unos dispositivos portátiles que miden la PA a lo largo de las 24 horas del día (según se programen) realizando lo que se conoce como MAPA (monitorización ambulatoria de la PA). Ambas técnicas nos confirmarán el diagnóstico de la HTA mantenida o de la HTA de bata blanca o clínica aislada.
Por otra parte, la AMPA domiciliaria nos da información del control de la PA de los hipertensos en tratamiento, al tiempo que ayuda al paciente a conocer mejor su enfermedad. Los valores de la PA obtenidos en la AMPA suelen ser inferiores para el mismo individuo a los medidos en la consulta, especialmente en los pacientes hipertensos. En los que tienen la PA normal en la consulta las diferencias son menores e incluso hasta un 30% presentan valores superiores con la AMPA.

1.     Ventajas del AMPA:
Ø  Disminuye la aparición del fenómeno de “bata blanca” (aumento de la PA por una reacción de alerta en el inicio de la toma de la PA, que es más frecuente ante la presencia de un profesional sanitario, aunque también puede ocurrir en las tomas de la PA en el domicilio). Esto permite una mejor aproximación al diagnóstico de la Hipertensión Arterial (HTA).
Ø  Elimina los errores debidos al observador de la PA (por problemas de la vista, del oído, etc).
Ø  Informa mejor de los valores de la PA en las condiciones de vida habituales del paciente.
Ø  Permite conocer el perfil tensional diurno (los cambios de la PA durante el día).
Ø  Tiene buena correlación con la afectación de los órganos causada por la HTA (especialmente con las del corazón, riñones y ojos).
Ø  Contribuye a la mejor evaluación del efecto de la medicación antihipertensiva.
Ø  Puede ser de utilidad en el diagnóstico de la HTA resistente (que es aquella en que la PA se mantiene alta a pesar de cumplir bien el tratamiento y de estar tomando al menos 3 medicamentos para tratarla).
Ø  Mejora el cumplimiento del tratamiento.
Ø  Facilita la implicación del paciente en el control de su HTA
Ø  Puede lograr una reducción del coste farmacéutico y del número de visitas a los centros sanitarios.

2.Inconvenientes: 
v    No hay un límite superior universalmente aceptado de PA normal tomada mediante la AMPA. Hasta que se disponga de más estudios, actualmente tanto las directrices de la European Society of Hypertension de 2010, como el VII Informe del National Joint Committee estadounidense de 2003, recomiendan considerar elevadas las cifras de PA promedio de las lecturas de varios días superiores a 135/85 mmHg.
v  Faltan estudios sobre su papel pronóstico en la afectación cardiovascular y en las repercusiones que produce la HTA en los diversos órganos.
v  No se ha establecido el número de medidas necesarias a realizar.
Se aconseja que la frecuencia de las mediciones se adapte al estado de evaluación del paciente. Siguiendo las recomendaciones del Documento de Consenso Español para AMPA (Coca A, 2007) y de la European Society of Hypertension, 2010, se propone lo siguiente:
ü  Uso de la AMPA para el diagnóstico: tomar la PA durante 3-7 días laborables por la mañana (entre las 6-9 horas) y por la tarde (entre las 18-21 horas) haciendo 2-3 medidas, separadas por 2-3 minutos, por la mañana y 2-3 por la noche. En ambos casos antes de tomar medicamentos y de desayunar o cenar.
ü  Uso de la AMPA para el seguimiento del paciente: elegir uno o dos días de la semana (preferentemente laborables) y hacer 2-3 medidas por la mañana (entre las 6-9 horas) y 2-3 medidas por la tarde (entre las 18-21 horas).
v  No permite efectuar tomas durante las horas de trabajo ni durante el sueño.
v  Necesidad de utilizar aparatos validados clínicamente (es decir, que hayan pasado unos controles de calidad en los que se compruebe que miden correctamente la PA).
v  Coste elevado de los aparatos.
v  Necesidad de calibrar el aparato al menos 1 vez al año.
v  Es imprescindible una buena selección del paciente (motivado, con nivel intelectual adecuado, sin alteraciones mentales graves, no obsesivo ni hipocondríaco).
v  Es necesario un entrenamiento adecuado del usuario para la utilización de la AMPA.
v  Posibilidad de que el paciente falsee los resultados de la toma de PA.
v  Puede inducir a los pacientes a tomar decisiones con respecto al tratamiento sin   contar con el/la médico/a. 




















    Recomendaciones al paciente: 


ü  No haga la toma de la PA después de las comidas o de haber realizado ejercicio físico.
ü  Evite medir la PA en situaciones de dolor o angustia.
ü  Vacíe la vejiga de orina antes de tomar la PA.
ü  Debe evitar consumir alcohol, café, tabaco y medicamentos que puedan afectar a la PA (incluidas gotas para la nariz y colirios para los ojos) en los 30 minutos previos a la toma.
ü  Escoja un ambiente tranquilo, sin ruido y con temperatura agradable.
ü  Efectúe las tomas según las instrucciones del equipo de medida.
ü  Use siempre un manguito de tamaño adecuado.
ü  Siéntese en una silla cómoda, apoyando la espalda y evitando cruzar las piernas.
ü  Realice las tomas en el brazo que ha dado unas cifras de PA más elevada (brazo control). Su médico/a o enfermero/a habituales le dirán cuál es dicho brazo.
ü  Ponga el brazo en el que realizará la medida en extensión, sin ropa que oprima, a la altura del corazón y apoyado sobre una mesa.
ü  Repose en esta posición unos 5 minutos antes de efectuar la toma de la PA.
ü  Coloque el manguito en posición adecuada, 2-3 centímetros por encima de la parte flexora del codo.
ü  No hable ni mueva el brazo mientras realice la medición.
ü  Deje un intervalo no menor de 2 minutos entre cada toma de PA.
ü  Lea y anote las cifras de la PA, así como sus dudas. No olvide llevar las anotaciones cuando acuda a su médico/a o enfermero/a.
ü  Siga siempre las medidas no farmacológicas para el tratamiento de la Hipertensión Arterial: dieta sosa, rica en frutas y pescados, con pocas grasas; hacer ejercicio; disminución de peso y del consumo de alcohol; no fumar.
ü  No se olvide de tomar los medicamentos para tratar la HTA tal como le ha indicado su médico/a.
ü  No modifique el tratamiento sin consultar con su médico/a.
ü  El aparato debe ser revisado al menos una vez al año por el servicio técnico recomendado por el fabricante.





Hipertensión y efecto de bata blanca, Rev Cubana Cardiol Cir Cardiovasc 2010;16(1):17-24

viernes, 13 de mayo de 2011

DIAGNÓSTICO

                          Continuando con la anamnesis para su diagnóstico, también debemos realizar:  

                               I.  Exploración física: 

v  Peso. Talla. Índice de masa corporal. Perímetro de cintura.
v  Cuello: valoración de las carótidas, yugulares y tiroides.
v  Auscultación cardiaca: anormalidad del ritmo y de la frecuencia, soplos, chasquidos, 3º y 4º tonos, aumento del  tamaño cardiaco.
v  Auscultación pulmonar: estertores, broncoespasmo.
v  Abdominal: masas, visceromegalias, soplos abdominales o lumbares.
v  Extremidades: edemas, pulsos  radiales, femorales, poplíteos y pedios, soplos femorales.
v  Examen de la piel y exploración neurológica, si la anamnesis lo sugiere.         
                                                       
                               II. Exploraciones complementarias: 

v  Análisis de sangre: Hemograma, glucosa, colesterol total y HDL, triglicéridos, creatinina, ácido úrico, sodio, potasio, filtrado glomerular o aclaramiento de creatinina. Prueba de tolerancia oral a la glucosa (si la glucemia basal >100 mg/dl).

v  Análisis de orina: elemental y sedimento; microalbuminuria.

v  Electrocardiograma (ECG): se valorará especialmente la presencia de hipertrofia ventricular izquierda (HVI); también las alteraciones del ritmo, de la conducción o de la repolarización.
Hipertrofia de ventrículo izquierdo: 
o    Criterios de Cornell:
§  R en AVL + S en V3 >28 mm (hombres)
§  R en AVL + S en V3 >20 mm (mujeres) 
o    Criterios de Sokolow: S en V1 + R en V5 ó V6 >38 mm
Para el diagnóstico de HVI se recomienda utilizar simultáneamente dos criterios, si bien la presencia de uno solo de ellos es suficiente. Si se dispone de un electrocardiógrafo que mida la duración del complejo QRS en ms, puede utilizarse el producto de Cornell (> 2440 mm x ms), con lo que aumenta la sensibilidad en la detección de la HVI.

Ø  Índice tobillo-brazo: si se dispone de medios para hacerlo.

Ø  Fondo de ojo: exploración obligatoria en los pacientes con HTA y diabetes y recomendable  en el resto.

Ø  Radiografía de tórax: indicada si hay datos clínicos que la justifiquen (insuficiencia cardiaca; sospecha de coartación aórtica...).

Ø  Ecografía abdominal: indicada en

ü  Sospecha de HTA de origen renal o vasculorrenal.
ü  HTA + patología nefrourológica asociada.
ü  Auscultación de soplos abdominales o lumbares.
ü  HTA severa de aparición brusca. 

Ø  Ecocardiografía: indicada en

ü  HTA + alta sospecha de cardiopatía.
ü  HTA + evidencia clínica de disfunción cardiaca. 
ü  HTA + enfermedad cardiaca que precise esta exploración para una mayor precisión diagnóstica.
ü  Seguimiento del tamaño y función ventricular izquierda en pacientes con disfunción ventricular izquierda, cuando se ha observado algún cambio en la situación clínica o para ayuda en la terapia médica.
ü  ECG con signos severos de HVI y sobrecarga ventricular.
ü  HTA grado 1 con criterios de HVI en el ECG.
ü  ECG sospechoso pero no diagnóstico de HVI.
ü  ECG negativo para HVI en pacientes que planteen dudas sobre la instauración o modificación del tratamiento farmacológico (por ejemplo, HTA grado 1 sin factores de riesgo cardiovascular ni afectación de órganos diana).
ü  HTA resistente al tratamiento en ausencia de afectación de órganos diana.

Ø  Automedición de la Presión Arterial (AMPA).

Ø  Monitorización Ambulatoria de la Presión Arterial (MAPA) Las indicaciones son las mismas que las de la AMPA. Algunos autores las amplían además a:

ü  HTA límite o de grado 1 con daño en órganos diana.
ü  HTA de grados 2 ó 3 de larga evolución sin lesión en órganos diana.
ü  Valoración durante 24 horas de la respuesta al tratamiento o del grado de control de la PA.
ü  Síndrome del seno carotídeo y síndromes por marcapasos.
ü  Evaluación de los cambios nocturnos de la PA, especialmente en pacientes con síntomas de ángor o congestión pulmonar o de trastornos respiratorios nocturnos.
ü  Pacientes con múltiples efectos secundarios a diversos fármacos antihipertensivos.

Ø  Medida de la velocidad de pulso: si su realización es accesible.

Aquí os dejo dos artículos relacionados con el estudio de la tensión arterial:


    Info buscada en: 

    DIAGNÓSTICO

    La hipertensión arterial (HTA) es un síndrome multifactorial de origen genético muy fácil de diagnosticar y de difícil control en el mundo.  Los problemas diagnósticos y terapéuticos están íntimamente relacionados con su control ya que el incremento de las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares que son las grandes causas de muerte en el mundo civilizado - dependen del mismo y la HTA a su vez interviene en la patogénesis de ambas afecciones y de la insuficiencia renal. Por lo tanto no caben dudas que la HTA es uno de los problemas de salud más importantes de la medicina contemporánea y el control de la misma es la piedra angular sobre la que hay que actuar para disminuir la morbilidad y la mortalidad. 



    El marco idóneo para la detección de los hipertensos es la Atención Primaria, generalizando la toma de la PA en las visitas por cualquier motivo a los servicios de salud.
    Para diagnosticar a una persona como hipertensa la evaluación inicial del paciente hipertenso debe perseguir al menos 6 objetivos:
    • Establecer si la HTA es o no mantenida y su magnitud.
    • Buscar la existencia de causas tratables de HTA.
    • Valorar la presencia de afección de órganos diana y/o de enfermedades cardiovasculares.
    • Detectar la coexistencia de otros factores de riesgo cardiovascular.
    • Identificar otras enfermedades concomitantes que puedan influir en el pronóstico y tratamiento.
    • Evaluar el estilo de vida del paciente.
    1. Antecedentes familiares de:
    v  HTA.
    v  Enfermedad cardiovascular.
    v  Muerte súbita.
    v  Enfermedad renal.
    v  Diabetes, dislipemia, gota. 
    1. Hábitos:
    v  Consumo de Tabaco, Alcohol, Café, Drogas, Sal y Grasas.
    v  Ejercicio físico. 
    1. Historia previa de HTA:
    v  Duración.
    v  Motivo del diagnóstico.
    v  Evolución.
    v  Cifras más altas registradas.
    v  Tratamientos previos: tipo, dosis, cumplimiento, tolerancia, efectividad. 
    1. Antecedentes personales o síntomas actuales relacionados con la posible naturaleza secundaria de la HTA
    v  Antecedentes Personales
    §  Enfermedad renal (traumatismos renales, infecciones, cálculos, hematuria, proteinuria, glomerulonefritis, poliquistosis, insuficiencia renal).
    §  Enfermedad endocrinológica (Cushing, hiperaldosteronismo, feocromocitoma, alteraciones tiroideas y paratiroideas, acromegalia, diabetes, obesidad).
    §  Enfermedad cardiovascular.
    §  Enfermedad del sistema nervioso.
    §  Síndrome de apnea de sueño.
    §  Ingesta habitual de fármacos y otras sustancias capaces de elevar la PA.
    §  Factores psicosociales y ambientales que puedan influir sobre el control de la  HTA.
    v  Síntomas relacionados con posible HTA secundaria:
    §  Generales: astenia, sudoración, cambio de peso, debilidad muscular, cambios en la piel y anexos, ronquidos.
    §  S. Nervioso: cefalea, somnolencia, cambios en el carácter (adinamia, apatía, bradilalia...), alteración de la memoria, cambios en la visión, nerviosismo, parestesias, calambres.
    §  Cardiovasculares: dolor torácico, disnea, ortopnea, palpitaciones, edemas, claudicación intermitente, frialdad en extremidades.
    §  Renales: poliuria, nicturia, hematuria.
    §  Digestivos: polidipsia, alteración del apetito, dolor abdominal, náuseas, vómitos, cambio del hábito intestinal.
    1. Síntomas de afectación de órganos diana:
    v  Neurológica: cefalea, mareos, vértigo, disminución de la libido, disminución de fuerza y/o debilidad en miembros.
    v  Cardiovascular: dolor torácico, disnea, ortopnea, edemas, palpitaciones, claudicación intermitente, frialdad en extremidades.
    v  Renal: poliuria, nicturia, hematuria.
    v  Ocular: alteraciones de la visión.










    Info buscada en: http://www.fisterra.com